Los dibujos no se terminaron en su totalidad pues los niños emplearon el tiempo estipulado en detalles como el fondo, el paisaje, etc.
Al socializar el dibujo, las semejanzas y las diferencias de las familias, los niños participaron pidiendo turno para hablar, pero poco a poco fueron perdiendo el interés en la actividad. Creo que esto se atribuye a que la sesión se prolongó un poco más de lo planeado.
Se recurre a la gimnasia cerebral para reactivar el interés y así se lograr terminar la actividad satisfactoriamente.